Republic of the Philippines
SUPREME COURT
Manila
EN BANC
G.R. No. L-2156             January 31, 1950
EL PUEBLO DE FILIPINAS, querellante-apelado,
vs.
PEDRO ANTONIO (alias FEDERICO ANTONIO, alias PEDRING), acusado-apelante.
D. Domingo P. Dizon en representacion del apelante.
El Procurador General Sr. Felix Bautista Angelo y el Procurador Sr. Pacifico P. de Castro en representacion del Gobierno.
PABLO, J.:
Pedro Antonio fue sentenciado por el delito de traicion a reclusion perpetua con las accesorias, a pagar una multa de P10,000 y las costas. Contra esta decision apelo.
Las pruebas en autos establecen que el acusado en 15 de Julio de 1944 con seis soldados japoneses y dos policias militares tambien japoneses, llegaron al mercado publico de Balanga, Bataan, y a su indicacion, tres soldados se pusieron de guardia en una puerta y otra tres en la otra del mercado para impedir la salida de cualquier persona. El acusado y los dos policias militares ordenaron a los varones que se pusieran en fila. De la linea formada, el acusado separo a seis por ser de la guerrilla. Inmediatamente dicho acusado y los dos policias militares comenzaron a darles bofetadas y garrotazos. A los que caian al suelo, se les daba puntapie. Despues de ser maltratados en publico — por sola indicacion del acusado de que eran guerrilleros — los seis hombres fueron maniatados y conducidos al cuartel del ejercito japones. Apolinar Rosete, Marcelo Austria y Carlos Ramos son los que testificaron sobre estos hechos. Carlos Ramos, que era guerrillero, y, por orden de su comandante, simulaba ser jornalero para enterarse de las actividades de los japoneses y de los que les ayudaban, presencio la decapitacion por el acusado de uni de Malabon por medio de un sable y la ejecucion de otro, tambien de Malabon, por un soldado japones con bayoneta calada. La ejecucion tuvo lugar al siguiente dia, en el solar trasero del edificio de la escuela en el barrio Talisay, Balanga, Bataan.
El 14 de Diciembre de 1944, entre las 9 y 10 de la mañana, el acusado, con cuatro secretas y ocho soldados japoneses, fueron a la casa de Miguel Banco, que era un guerrillero, en donde encontraron a Romulo Tuason. Porque ni el uno ni el otro pudo dar contestacion satisfactoria del paradero de Conrado Banco, a quien buscaban por ser guerrillero, fueron maltratados a bofetadas y puntapies. Miguel Banco fue arrastrado hasta el arroyo en el barrio de Tenejeros, y le sometieron a un rigido water-cure. Al recobrar su sentido, Miguel Banco estaba ya sobre un "lancape." Algun tiempo despues paso por casualidad Jose Banco, hermano de Miguel, en carromata, y al reconocerle, el acusado dijo a sus companeros: "Aquel es Jose Banco." Con esto le detuvieron, y ya porque no podia o que no queria dar cuenta del paradero de Conrado, el acusado la maltrato y despues le condujo, con las manos atadas, como a Miguel, al cuartel, en donde ambos hermanos permanecieron detenidos y sin recibir alimento. Una tarde el acusado saco a Jose Banco del calabozo y fuera del edificio fue investigado y maltratado. Desde entonces, sus hermanos ya no le volvieron a ver. Le habrian matado, como mataron a muchos.
A fines del mes de Diciembre de 1944, Ricardo Villegas se desperto por el ruido que se hacia en la puerta de su casa situada en Balanga, Bataan. Al abrirla, encontro al acusado y a tres soldados japoneses. Al verle, el acusado le maniato diciendole que le arrestaban por ser guerrillero. Le llevaron al cuartel pasando antes por la casa de los padres del detenido en donde arrestaron a sus cuñados Ceferino de Leon Mariano Navarro. Despues de maniatar a estos dos, se dirigieron a la casa de su primo Ciriaco Paguio a quien tambien ataron las manos, y todos los cuatro fueron conducidos al cuartel. Ricardo Villegas fue maltratado por el acusado ante el Capitan del Kempeitai porque no queria confesar que era guerrillero. Los testigos de este cargo son Ricardo Villegas y Ceferino de Leon.
La defensa del acusado contra el primer cargo es una coartada. Alega quen en 11 de Julio de 1944 estaba en su casa en la Isla de Balut en Tondo, Manila, porque se celebraba el primer aniversario de la muerte de su difunto padre, y no podia estar en Balanga. Como el suceso tuvo lugar el 15, no hay ninguna incompatibilidad entre su presencia en Manila en 11 de Julio y su presencia en Balanga en los dias posteriores, especialmente en 15.
En cuanto al arresto de Jose Banco, el acusado admite que el informo a sus companeros soldados japoneses que el que pasaba era Jose Banco, hermano de Miguel, y que si lo habia hecho era por miedo porque habia ya sido maltratado antes; que si se hubiera callado, los japoneses hubieran podido facilmente indentificarle porque su cara se asemejaba a la de Miguel que estaba acostado sobre el "lancape." Suponiendo — dice la defensa — que la carromata hubiera parado, los japoneses hubieran podido identificarle facilmente, el acusado irremisiblemente hubiera sido condenado por no haberles indicado a Jose Banco. Esta defensa es insostenible. El acusado no solamente informo que el que estaba en la carromata era hermano de Miguel; obro mas de lo necesario: arresto a Jose, le dio bofetadas, y le maniato. No se puede creer, por lo que ha hecho, que haya obrado por miedo irresistible.
El acusado niega haber maltratado a Ricardo Villegas. No hemos encontrado en el expediente ningun motivo para creer que este testigo haya declarado en falso. Y admitiendo — arguye la defensa — que el acusado haya dado bofetadas a algunas personas, ¿demuestra ello adhesion al enemigo? Si no fuera mas que una bofetada, no seria justo concluir que el haya ayudado a los japoneses; pero son varios los acots que el ejecuto. Ayudo a los japoneses a arrestar a los guerrilleros en el mercado, a maltratarles, maniatarles y conducirles al cuartel; ayudo a los soldados japoneses a martirizar a Miguel Banco y Romulo Tuason porque no podian decir el paradero de Conrado Banco a quien se le tenia por guerrillero. El acusado indico a los japoneses que el que estaba en la carromata era Jose Banco, hermano de Miguel, y por no dar contestacion satisfactoria a sus preguntas sobre Conrado, fue abofeteado, maniatado y llevado al cuartel. Al dia siguiente, el acusado maltrato otra vez a Jose, y desde entonces ya desaparecio. Todo cuanto ha hecho el acusado en los casos citados no es de uno que esta obrando por miedo. Su actuacion con infulas de dominador tenia por fin impresionar al publico para hacerle comprender que no debia ayudar a los guerrilleros si no queria ser maltratado. En sintesis, el acusado ayudo a los invasores en la supresion de la guerrilla, con infraccion del articulo 114 del Codigo Penal Revisado.
Se confirma la decision apelada con costas.
Moran, Pres., Ozaeta, Paras, Bengzon, Padilla, Tuason., Montemayor, Reyes and Torres, MM., estan conformes.
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