Republic of the Philippines
SUPREME COURT
Manila
EN BANC
G.R. No. L-46970 December 6, 1940
ORIENTAL COMMERCIAL CO., INC., recurrente,
vs.
JUREIDINI, INC., Y OTROS, recurridos.
D. Temistocles, A. Rosario en representacion del recurrente.
Sres. Gibbs y McDonough en representacion del recurrido Jureidini, Inc.
DIAZ, J.:
Invocando el remedio de certiorari, la recurrente ha promovido este proceso para pedir la revocacion de la sentencia del Tribunal de Apelaciones dictada en la causa civil R. G. No. 175 de dicho Tribunal, intitulada "Oriental Commercial Co. Inc., contra Jureidini, Inc., angel Calumpang ex-Sheriff provincial de Negros Oriental, y Marcelino Amigo actual Sheriff de dicha provincia", alegando que al dictarla en la forma que hizo, incurrio en los errores que apunta en su alegato en estos o parecidos terminos:
1. El de haber dejado de declarar que la responsabilidad del Sheriff Provincial al incautarse indebidamente de las propiedades objeto de cuestion, es una responsabilidad emanada de la ley, y que la accion de la recurrente para exigir dicha responsabilidad prescribe dentro de 6 años y no 4.
2. El de haber dejado de declarar que el derecho de accion de la recurrente surgio el 21 de noviembre de 1931 que fue cuando el Sheriff en vez de vender en publica subasta las propiedades objeto de cuestion, se limito solamente a entregarlas a la recurrida Jureidini, Inc., sin observar para ello las formalidades requeridas por la ley; y
3. El de haber dejado de declarar que el hecho de haber promovido ella previamente, para ejercitar la misma accion, tres causas que se sobreseyeron bajo las disposidicones del articulo 127 del Codigo de Procedimiento Civil, antes de promover la cuarta que era para el mismo fin, ha tenido el efecto de interrumpir el periodo de prescripcion de su derecho de accion.
Los hechos que no se discuten y que deben tenerse en cuenta para entender y resolver despues, las cuestiones que la recurrente plantea, pueden relatarse brevemente en estos terminos: la recurrente, como demandante en la mencionada causa, presento el 2 de octubre de 1934, en el Juzgado de Primera Instancia de Manila, una demanda contra la recurrida Jureidini, Inc. y contra el Sheriff Provincial Angel Calumpang que mas tarde fur sustituido en su cargo por el actual Sheriff Marcelino Amigo, para requerir alos tres a pagarle el importe de ciertos bienes que dijo ser de su propiedad pero que aquellos se lo quitaron en noviembre de 1931 en virtud de una orden de ejecucion expedida en la causa civil No. 7993 del Juzgado de Primera Instancia de Cebu, intitulada "Jereidini, Inc. contra Manuel Cordova; y que segun ella (la recurrente) tiene actualmente en su poder la recurrida jureidini, Inc. desde que se lo entregaron los otros dos recurridos, obrando los tres de un modo ilegal. Apelada la causa al Tribunal de Apelaciones, este Tribunal revoco la sentencia del Juzgado inferior, declarando que la accion que ha ejercitado la recurrente en la referida causa, habia prescrito hacia tiempo, al ejercitarla.
La demanda que la recurrente presento en la mencionada causa, que dicho sea de paso, llevaba el numero 47130 del Juzgado de Primera Instancia de Manila, es la cuarta que presento contra los recurridos. La primera de las tres anteriores fue presentada el 15 de noviembre de 1930 y es la que encabezo la causa civil No. 8561 del Juzgado de Primera Instancia de Cebu, que se sobreseyo a peticion de la misma recurrente, el 19 de octubre de 1931.lawphil.net
El 7 de septiembre de 1933, la recurrente presento otra demanda para pedir lo mismo que ha pedio en la ultima, es decir, la que se conocio despues en el Tribunal de Apelaciones como causa C. A.-R. G. No. 175, en la cual se dicto la decision objeto de certiorari. Dicha segunda demanda es la que encabezo la causa No. 45086 del Juzgado de Primera Instancia de Manila, que como la primera, fue tambien sobreseida, por falta de gestion de la recurrente, el dia 16 de enero de 1934. Un mes despues, o mejor dicho, el 26 de febrero de 1934, la recurrente promovio otra causa para el mismo fin que las dos anteriores, contra los recurridos siendo dicha causa la que llevaba el numero 45993 en el Juzgado de Primera Instancia de Manila, y que, como aquellas, fue igualmente sobreseida por falta de gestion de ella, el 29 de agosto de 1934.
Los otros hechos que deben tenerse en cuenta, se desprenden de las siguientes conclusiones del Tribunal de Apelaciones:
Resulta que alla por el año 1929, la entidad demandante, que es una corporacion debidamente constituida de conformidad con las leyes del pais, con oficina central en esta Ciudad de Manila y una oficina sucursal en la Ciudad de Cebu, tenia un agente vendedor, llamado Manuel Cordova, en el municipio de Dumaguete, Provincia de Negros Oriental. En dicho año, el Escribano del Juzgado de Primera Instancia de Negros Oriental, y los tesoreros municipales de Guihulñgan y Bacong de la misma provincia, habian comprado de la demandante, por concducto de su agente Cordova, los siguientes objetos de oficina:
(a) una maquina de sumar (barret adding machine) | P275.00 |
(b) una caja de hierro (Carry safe No. 3224) | 500.00 |
(c) una maquina de escribir (demountable Typewriter) | 315.00 |
La oficina sucursal de la demandante en Cebu, remitio dichos objetos a su agente-vendedor Manuel Cordova en Dumaguete, Negros Oriental, para que a su vez los enviara a sus respectivos compradores; pero pendiente la entrega de dichos articulos y, estando los mismos aun en poder del agente Manuel Cordova, la demandada Jureidini, Inc. hizo que el otro demandado Angel Calumpang, que entonces desempeñaba el cargo de Sheriff Provincial de Negros Oriental se incautara de dichos efectos juntamente con otras propiedades de Manuel Cordova, para dar cumplimiento a la ejecucion de la sentencia expedida en la causa civil No. 7993 del Juzgado de Primera Instancia de Cebu, sobre cantidad de pesos, en que era demandante Jureidini, Inc., y demandado Manuel Cordova. El 29 de noviembre de 1930 la demandante presento ante el Sheriff Provincial un escrito de terceria alegando que los mencionados efectos son de su propiedad y no de Manuel Cordova; por lo que el Sheriff exigio a la demandada Jureidini, Inc. que prestara una fianza a su favor, si quiere que se continuara el embargo de dichos efectos. (Exh. E de la deposicion de Manuel Cordova Exh. F). Jureidini, Inc. presto la fianza exigida por el Sheriff."
Facilmente se echara de ver, leyendo lo que queda expuesto hasta aqui, que la accion de la recurrente no es de la naturaleza de la que alega en su solicitud y en su alegato. Es claramente una accion para recobrar bienes muebles, o para recobrar daños por tomar o retener bienes muebles que, segun el articulo 43, parrafo 3, de la Ley No. 190, prescribe a los 4 años. He aqui la parte pertinente de dicho articulo:lawphil.net
Las acciones civiles que no sean para recobrar bienes raices pueden ejercitarse solamente dentro de los periodos siguientes despues que se origino el derecho de accion:
1. . . .
2. . . .
3. 3.Dentro de cuattro años: ... ; la accion para recobrar bienes muebles; la accion para recobrar daños por tomar, retener o deteriorar bienes muebles; ...
Desde que surgio el derecho de accion de la recurrente el 29 de enero de 1930 hasta el 2 de octubre de 1934 en que presetno su cuarta demanda, han transcurrido exactamente 4 años, 8 meses y 3 dias. No debe computarse el periodo de prescripcion desde el 21 de noviembre de 1931 en que segun la recurrente el Sheriff dejo de vender en publica subasta los bienes objeto de cuestion, porque, como ella misma alega en su solicitud, considerandose con derecho a la posesion de dichos bienes por ser su dueña, reclamo dicha posession en el indicado concepto, presentando al efecto su escrito de terceria, cuando le fueron quitados por los recurridos el 29 de enero de 1930. Deducese de ello que la accion de la recurrente era para recobrar la posesion de dichos bienes y al propio tiempo recobrar el valor de los mismos.
El hecho de que haya presentado tres demandas y promovido tres causas antes de promover la cuarta el 2 de octubre de 1934, no prueba que ejercito su accion dentro del tiempo prescrito por la ley, porque entre unas demandas y otras y entre unas causas y otras, de las tres de que se ha hecho mencion; y entre la ultima de ellas y la cuarta, hubo ordenes de sobreseimiento dictadas la primera a peticion propia de la recurrente y las otras por causa de falta de gestionde parte de dicha recurrente como demandante en cada una de ellas. Cuando se entabla una accion dentro del plazo de prescripcion y se desiste de ella despues, o se sobresee sin condiciones, por una razon u otra, no hace que la accion que se entable mas tarde, pero ya fuera del periodo de prescripcion, se pueda considerar como presentada dentro de dicho periodo porque quiere contarse con la accion entablada con anterioridad. La falta de gestion de la recurrente por cuya causa se desestimaron sus demanddas segunda y tercera, no puede interpretarse sino como una renuncia de su parte; y, al ejercitar su ultima accion no se ha colocado en la misma situacion en que antes se hallaba al ejercitar sus tres anteriores acciones. Este es el mismo criterio que expresamos cuando se mos presetneo una cuestion analoga en la causa de Conspecto contra Fruto, 31 Jur. Fil., 1553
Estando la otra cuestion planteada por la recurrente, (la de que el periodo de prescripcion en el caso que nos ocupa es de 6 años, porque se trata de una accion para exigir la responsabilidad del Sheriff, responsabilidad que ella hace emanar de la ley), implicitamente resuelta por lo que ya queda dicho, no creemos necesario entrar en mas consideraciones respecto a dicha cuestion.
Por tanto, considerando como consideramos carente de meritos la accion de la recurrente, por la presente, confirmamos la sentencia del Tribunal de Apelaciones, con las costas a dicha recurrente. Asi se ordena.
Avanceña, Pres., Imperial, Laurel, y Horrilleno, MM., estan conformes.
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